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BeeAlert
llega a México
Previene ataques de abejas y avispas |
Por John Pint Cuando se mencionan las palabras “ataque de abejas” a cualquier persona que habite en zonas rurales, de inmediato se escucharán historias de casos sucedidos a parientes o amigos que tuvieron encuentros con enjambres de abejas cuyos resultados fueron, si no fatales, por demás trágicos. “Íbamos a caballo al viejo molino de mi rancho”, me contó María Cristina Barragán, “cuando, de un agujero en la pared, salió a nuestro encuentro un enjambre de abejas, cubriéndoles la cara a mi hija y a una amiga. Continuaron picándonos a todos, y escapamos tirándonos a un canal -afortunadamente- cubierto de agua. Los insectos cambiaron el rumbo y se fueron directos a atacar a los caballos. El final de la historia es que, nosotros cuatro, sobrevivimos, pero tres caballos y uno de los perros murieron”. En caso de que te encuentres en una situación similar, ve Recomendaciones para Evitar o Sobrevivir a un Ataque de Abejas en México. Después
de muchos años, Industrias Melder ha logrado importar BeeAlert a
México. Este producto, que tiene un mecanismo de spray patentado, no es
tóxico y es respetuoso con el medio ambiente.
El problema de abejas africanizadas (llamadas también “abejas asesinas”) se vio por primera vez en 1957 cuando 26 enjambres de abejas tanzanas escaparon del sitio en donde, en Brasil, se les tenía en cuarentena. Comenzaron a aparearse con las abejas locales y el resultado fue lo que llamamos “africanización de las abejas”, que ahora se ve prácticamente en todo el Continente Americano. Esta nueva especie resultó bastante sensible y agresiva, y dispuesta a perseguir a cualquier invasor por kilómetros. A finales de los años 80 muchas de las abejas mexicanas se habían africanizado y poco a poco se han dispersado hasta llegar a Estados Unidos. De acuerdo al New York Times, el primer ciudadano estadounidense muerto por un ataque de estas abejas fue Lino López, granjero de 82 años, en Harlingen, Texas, en 1993. En 2013 me reuní con el Comité de Protección para el Control de la Abeja Africana en el Área Metropolitana de Guadalajara, que, se estableció en 1991 en respuesta a la seriedad de este problema en la ciudad. Me sorprendí cuando me informaron que, mensualmente—y esto solamente en el AMG—reciben entre doscientas y trescientas llamadas de emergencia relacionadas con ataques de abejas. La razón por la que me reuní con este grupo fue porque, con mis colegas espeleólogos, había tenido ya experiencias de encuentros de esa naturaleza con abejas africanizadas. Uno de estos colegas recibió 60 piquetes mientras luchaba por salvar la vida; y aunque lo logró, de todas formas, terminó en el hospital. Años más tarde, supe de BeeAlert, un producto en aerosol, fabricado en Houston, Texas, EU, por BeeAware, Inc. BeeAlert es un producto no tóxico cuya función es detener un ataque de abejas (e, igualmente, de avispas y hormigas rojas), ayudando a la víctima a escapar. Ahora que, recordando que las abejas están en peligro de extinción, BeeAlert es un producto perfecto porque, además de no ser tóxico, el aerosol no necesariamente se rocía directo a las abejas, sino que la víctima crea una nube alrededor de sí con el aerosol, misma que a los insectos se les dificulta penetrar, pues, al inhalar el vapor no pueden respirar, y, de inmediato, las abejas afectadas avisan a las que llegan sobre el peligro, lo cual es una manera de salvar, tanto al humano como al resto del enjambre. Y aunque es posible que algunas mueran, lo maravilloso es que las demás se salvan. Ésto, de hecho, recientemente lo constatamos mi esposa, Susy y yo, cuando un enjambre intentó instalarse en el desván de nuestra casa. Rocié un poco de BeeAlert en el lugar y, de inmediato, las abejas huyeron para no regresar. Cuando chequé cuántas habían muerto, el resultado fue: ni una sola. En otras palabras, incluso las que respiraron un poco el producto, lograron escapar con vida. Entrevistando al creador de BeeAlert, Will Baird, me contó cómo empezó la historia: “De hecho”, me dijo, “no fui yo quien sufrió un ataque de abejas sino un vecino, amigo mío, quien murió víctima de tal ataque. Iba él conduciendo su tractor, el cual arrastraba un cortacésped, y el ruido molestó a las abejas de sus propias colmenas, las cuales, sin saberlo él, se habían africanizado. Los insectos se lanzaron contra él picándolo sin piedad en la cabeza y en los brazos. Mi amigo perdió el control y cayó de modo que las cuchillas de la máquina le cortaron las piernas. Fue una tragedia tan terrible que decidí darme a la tarea de tratar de encontrar algo que pudiera evitar accidentes como éste en otras personas”. El resultado de un meticuloso estudio fue BeeAlert, un aerosol cuyo componente se utiliza para fabricar shampoo. Este fino rocío dificulta la respiración de las abejas y, como antes se mencionaba, la de otros insectos ponzoñosos, como avispas y hormigas rojas, forzándolas a abandonar el lugar y, por lo tanto, haciendo posible que la víctima escape. Rociando BeeAlert hacia arriba se crea un
“halo de protección” para las víctimas de un ataque de abejas.
En 2015, Industrias Melder de Guadalajara, decidió ser quien importaría BeeAlert, más que nada para el beneficio de sus clientes, quienes, en general, se encuentran en zonas rurales en donde los ataques de abejas son bastante comunes. Y después de cuatro años de recurrir a una y otra institución gubernamental para que el producto pudiera importarse—a partir 2019, BeeAlert se encuentra en todas las tiendas Supervet, cuyas ventas enfocan a productos alimenticios para mascotas y animales del campo. Por su tienda en línea, Supervet puede enviar BeeAlert a cualquier parte de México. Para más información se puede llamar a 01 800 713037. Si conoces a alguien que disfruta visitar lugares remotos, le podrías sorprender con una lata de BeeAlert. Sería un regalo inusual, pero a lo mejor, podría salvarle la vida. |